Portugal está a punto de despedir a uno de los históricos de su fútbol. El Boavista, campeón luso en 2001, está en caída libre. Al borde de la desaparición. Relegado a Segunda División como colista - con 24 puntos - y asfixiado por una deuda económica terrible, no solo no pudo inscribirse en la categoría plata del fútbol portugués, sino tampoco en Tercera ni Cuarta División. Y cayó hasta el quinto escalón del fútbol portugués, una competición amateur y por distritos.