Neymar Jr. pudo haberse despedido del Santos de la forma más cruel posible: con derrota... y expulsado. En apenas cinco meses, le había pasado de todo. Sufrió problemas musculares que le impidieron gozar de cierta regularidad y, por ende, volver a sentirse futbolista tras sa grave lesión de ligamento cruzado. Pues bien, en su primer encuentro como titular después de haber dejado atrás sus últimas molestias, terminó viendo una doble amarilla que decantó la balanza del lado de Botafogo (0-1).