Noche para el olvido para un Cristiano Ronaldo que no solo lamentó la derrota de Portugal ante Irlanda, sino que fue expulsado por una agresión en una acción a balón parado. En un inicio, el colegiado del encuentro le mostró la amarilla por soltar el brazo y llamar "llorón" a su rival, pero la posterior revisión del VAR determinó que la jugada era límite y que, por ende, debía ver la roja.